Si diriges un negocio o trabajas en marketing, seguro que en algún momento te has preguntado: «¿Cómo lo hace la competencia?» o «¿Qué estrategias están funcionando mejor en mi sector?». Aquí es donde entra en juego el benchmarking, una herramienta esencial para mejorar el rendimiento de tu empresa aprendiendo de los mejores.
¿Qué es el benchmarking?
El benchmarking es un proceso estratégico en el que se analizan y comparan las prácticas, estrategias y resultados de otras empresas con el objetivo de mejorar el desempeño propio. No se trata de copiar, sino de inspirarse en lo que funciona y adaptarlo a tu contexto.
Esta técnica es especialmente útil en marketing, ya que permite evaluar campañas publicitarias, estrategias de redes sociales, posicionamiento SEO, precios, servicio al cliente y más.
Tipos de benchmarking
Existen varios tipos de benchmarking según el enfoque que se le quiera dar. Algunos de los más relevantes en marketing son:
- Benchmarking competitivo: Se centra en analizar a los competidores directos para identificar sus fortalezas y debilidades. Por ejemplo, si tienes una tienda online de moda, podrías estudiar cómo las grandes marcas están utilizando el email marketing para fidelizar clientes.
- Benchmarking interno: Compara los procesos dentro de la misma empresa, especialmente útil en grandes organizaciones. Por ejemplo, una empresa con varias sucursales podría evaluar cuál tiene mejor conversión de ventas y replicar esas estrategias en otras ubicaciones.
- Benchmarking funcional: Analiza procesos de empresas de otros sectores que puedan servir de inspiración. Un caso clásico es cómo las aerolíneas adoptaron estrategias de fidelización inspiradas en cadenas hoteleras.
- Benchmarking genérico: Examina las mejores prácticas globales en diferentes industrias, más allá de la competencia directa. Un ejemplo sería analizar cómo marcas como Apple logran una lealtad de clientes excepcional y ver qué se puede aplicar a tu propio negocio.

Pasos para realizar un benchmarking efectivo
Hacer benchmarking no consiste simplemente en observar a la competencia, sino en seguir un proceso estructurado. Aquí te explicamos cómo hacerlo paso a paso:
1. Define tus objetivos
Antes de analizar cualquier empresa, debes tener claro qué aspecto quieres mejorar. ¿Buscas optimizar tu presencia en redes sociales? ¿Quieres mejorar la experiencia de usuario en tu web? Definir el objetivo es crucial para obtener información relevante.
2. Identifica a las empresas a comparar
Elige a tus competidores directos o a empresas referentes en el sector. Herramientas como SEMrush, SimilarWeb o Google Trends pueden ayudarte a identificar quiénes están dominando el mercado.
3. Recopila y analiza la información
Una vez seleccionadas las empresas, es momento de estudiar sus estrategias. Algunas formas de hacerlo incluyen:
- Analizar su presencia digital: redes sociales, SEO, contenido de blog, publicidad online.
- Evaluar sus precios y promociones.
- Probar sus productos o servicios como un cliente más.
- Leer opiniones y reseñas de clientes en plataformas como Trustpilot o Google Reviews.
4. Identifica las mejores prácticas
No se trata de copiar, sino de adaptar lo que funciona. Si notas que una empresa genera mucho engagement con videos en TikTok, puedes considerar si esa estrategia tiene sentido para tu negocio.
5. Implementa mejoras en tu estrategia
Tras extraer aprendizajes, aplícalos en tu negocio de manera personalizada. Por ejemplo, si descubres que los descuentos por tiempo limitado aumentan las conversiones en la competencia, podrías probar una campaña similar con tu propio toque.
6. Evalúa los resultados y ajusta
El benchmarking es un proceso continuo. No basta con aplicar mejoras una vez, es fundamental medir los resultados y hacer ajustes constantes para seguir evolucionando.

Ejemplo real: Benchmarking en redes sociales
Imagina que gestionas la estrategia de redes sociales de una cafetería local y quieres mejorar tu alcance en Instagram. Podrías seguir los siguientes pasos:
- Objetivo: Aumentar la interacción en redes sociales.
- Empresas a analizar: Cafeterías populares en tu ciudad y grandes marcas como Starbucks o Costa Coffee.
- Análisis: Descubres que utilizan imágenes atractivas de sus productos, colaboraciones con influencers y promociones exclusivas en Instagram Stories.
- Mejores prácticas: Decides lanzar una campaña con un hashtag propio, incentivar a los clientes a compartir fotos con tu café y ofrecer descuentos para quienes etiqueten la marca.
- Implementación y ajuste: Pruebas la estrategia durante un mes, analizas los resultados y ajustas según la respuesta del público.
Herramientas útiles para hacer benchmarking
Hoy en día, existen múltiples herramientas que facilitan el proceso de benchmarking en marketing. Algunas de las más populares incluyen:
- Google Analytics: Para analizar el tráfico web y compararlo con el de la competencia.
- SEMrush y Ahrefs: Para estudiar palabras clave, backlinks y estrategias SEO de otros negocios.
- Hootsuite y Socialbakers: Para medir el rendimiento en redes sociales.
- Glassdoor y Trustpilot: Para conocer opiniones sobre la reputación de una empresa.
El benchmarking es una estrategia imprescindible en marketing para mejorar la competitividad y detectar oportunidades de crecimiento. No se trata de copiar, sino de inspirarse en las mejores prácticas y adaptarlas inteligentemente a tu negocio.
Si nunca has aplicado benchmarking, ahora es el momento ideal para empezar. Analiza a la competencia, extrae aprendizajes y mejora tu estrategia paso a paso.